El día que tú naciste
todos en la familia
te contemplábamos extasiados.
Nos emociona ver lo frágil que eras.
¿Frágil?
Bastó que tu mano tan pequeña
aferrara mi dedo para que le dieras
una vuelta completa a mi mundo.
Nada ha sido igual
desde entonces:
eres el mejor regalo
que me ha dado la vida.
Te deseo...
Tiempo para soñar,
tiempo para recordar
y tiempo para alcanzar las estrellas.
Tiempo para ser lo mejor de ti
sábado, 10 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario